Esa vez queríamos hacer algo grande; dar voz a los jóvenes y hacerles sentir que había una revista (En ese momento lo más parecido a una comunidad de Instagram) que estaba preocupada por las mismas cosas que ellos. Para muchas personas era ambicioso, como digo, no había dinero para hacerla o una revista para mostrar a los patrocinadores.
Si una revista depende de sus pautantes ¿quién iba a creer que esa idea alocada de universitarios tenía algún sentido?
Debe estar conectado para enviar un comentario.